Conducir en Sicilia (y no morir en el intento)

Sacar el carnet de conducir en Sicilia debe dejar a uno con la sensación de que han querido enseñarle un cuadro sobre el arco iris y se han olvidado del verde y del rojo: la precaución es el color natural de la isla. Pasadas dos semanas conduciendo por aquí, cabría preguntarse, ¿qué es más humano, aguantar con sensatez cualquier tipo de sinrazón, aunque venga edulcorada de civismo, o reaccionar dejándonos llevar por nuestro instinto primario de supervivencia? Bien, si quieres conducir en Sicilia, prepárate para que tu hipotálamo tome el control.

Catania desencadenada

Nos han proporcionado un Fiat. Es una gran noticia, dado que las probabilidades de que necesitemos comprobar la fiabilidad de los coches del fabricante italiano en las carreteras sicilianas son muy altas.

En primer lugar, las ciudades carecen de señalización adecuada. No hay carriles como tal, ni vías para el cambio de sentido. Las carreteras son grandes veredas en las cuales cada uno se busca la vida de la mejor manera (lo que incluye inesperados cambios de dirección sin señalizar). La cosa no está mal cuando las calles tienen algún tipo de limitación (un edificio, una valla), pero cuando se ensanchan (por ejemplo, en un cruce), todo se complica hasta niveles agobiantes.

Palermo Plaza Pretoria
Piazza Pretoria, en Palermo, también conocida como Piazza delle Vergogne por las esculturas desnudas que decoran la fuente
Mercado de Catania
Por lo visto, nunca llueve en el mercado de la Peschería de Catania
Playa de Siracusa
Playas tranquilas en Italia, un escenario inesperado
Vecinos de Taormina
‘La Resistencia’ versión Taormina

Llamadme antiguo, pero en el centro de la ciudad se me ocurrió detenerme ante un semáforo en rojo. Lo siguiente fue el inapelable estallido de los claxons por parte de todos los coches del área metropolitana de Catania. Acto seguido pensé que vivir en esta ciudad solo puede justificarse desde el punto de vista de una alarmante ausencia de sentido común. Adaptándonos a nuestra nueva realidad, llegamos al siguiente semáforo dispuestos a enfrentarnos a cualquiera de sus cinco variantes:

  • Verde
  • Rojo
  • Ámbar

Y luego las dos más complicadas de interpretar:

  • Verde parpadeando y anticipando ámbar (precaución)
  • Rojo a punto de cambiar a verde, pilotos alerta para la salida

Supongo que estas combinaciones adicionales fueron hechas con el objetivo de facilitar la circulación. Sintiéndolo en el alma, el tiro les salió por la culata. Como ningún conductor italiano quiere ser puesto en evidencia, antes de que la luz verde esté encendida, ya están todos en marcha. Por supuesto, los coches que estaban cruzando en el otro sentido todavía siguen ahí, lo que acaba por generar un colapso de vehículos atravesados en todas direcciones. Al mismo tiempo, los conductores comienzan a gritar por la ventanilla y a gesticular violentamente con los brazos, adoptando expresiones faciales dramáticas.

Y esto es solo el primer cruce.

 

La mirada de Ulises

Si bien la conducción urbana es un reto, conducir en el campo siciliano es, la mayor parte del tiempo, una delicia. Los caminos rurales te llevarán a través de paisajes realmente pintorescos. Robusto, seco y rocoso en el interior, la costa de la isla es verde y exuberante, salpicada de pequeños pueblos, a cada cual más fotogénico.

All-focus
Sciacca tiene todavía ese encanto de los pueblos mediterráneos que no han sido víctimas de las multitudes
Teatro Taormina Sicilia
No hay duda de que los griegos sabían elegir el emplazamiento ideal para construir un teatro 
Conducir en Sicilia
Un coche pequeño para una isla grande; nuestra opción para conducir en Sicilia
Monte Etna por libre
Un trekking al volcán Etna, actividad obligada en la isla

Los conductores sicilianos comen aparte. Les disgusta cualquier cosa que pueda ser beneficiosa para su seguridad; son menos de fiar que esas personas que cortan la pizza con tijeras. Cuando te acerques a un cruce, trata de establecer contacto visual con ellos y comunica claramente tus intenciones inmediatas (incluso si todavía no sabes cuáles son). Y es que, por convenio, la distancia prudencial que mantienen entre su coche y el tuyo suele ser del tamaño de una avellana.

Los caminos van desde callejuelas medievales hasta algunos de los caminos de montaña más traicioneros que jamás hayas visto (en el mundo desarrollado). Si es lo suficientemente ancho como para que quepa un coche (y a veces incluso si no lo es) los sicilianos no vacilarán jamás para adentrarse en él. Entienden la conducción como Picasso entendía el arte: rompiendo con toda perspectiva.

Un mundo perfecto

Unas palabras sinceras sobre las rotondas: cuando se utilizan correctamente, las rotondas hacen que el tráfico fluya tan deprisa como el vermut en primavera. Pero al conducir en Sicilia te sientes muy lejos de eso. Es el único lugar de Europa en el que hemos estado donde una rotonda se trata como una intersección sin ley: todo el mundo avanza agresivamente, desafiando absurdos conceptos occidentales como »preferencia» o «ceda el paso». Dicho de otra manera: si eres el único conductor que usa la rotonda de forma correcta, entonces eres el que la usa de forma incorrecta.

Banksy Sicilia
Nosotros los disléxicos vamos a ver exposiciones de Bansky siempre que tenemos ocasión 
Concordia templo Agrigento
El Templo de la Concordia, en Agrigento, uno de los mejores conservados de todo el valle
Modica Sicilia
Modica, ciudad unicolor, empedrada y calurosa como pocas
Noto, ciudad barroca
Noto al atardecer; locura barroca siciliana

Dos en la carretera

Sí, las señales de tráfico son a menudo confusas. Personalmente, me parece que salir de las ciudades es más difícil que entrar. Google Maps es un salvavidas, pero es más divertido bajar la ventana y gritar el nombre del lugar al que quieres ir. Y en ocasiones, la única salida.

Cuando llegamos a Palermo, el otro punto caliente de Sicilia, lo hicimos por una amplia carretera de cinco carriles (suponiendo claro, que alguien se hubiese tomado la molestia de pintarlos). La calma antes de la tormenta, ya que la carretera se estrecha hasta reducirse a solo dos carriles. Dado que es el único camino de acceso al centro de la ciudad, los atascos son importantes.

Especias mercado Italia
El pistacho, oro verde siciliano
Spiagga dei Turchi Sicilia
Scala dei Turchi es la playa más fotogénica que hemos visto en mucho tiempo
Siracusa Sicilia
¿Las ciudades son más bonitas bajo la lluvia? En lugares como Siracusa, tal vez

Relatos Salvajes

Si he arruinado tus ganas de conducir en Sicilia con este relato, no temas. En toda crónica de viaje las aventuras se exageran, al menos, un 20%. Ten en cuenta que si logras aproximarte a la conducción siciliana con la actitud adecuada, verás que es un caos controlado, similar a esos baños de quita y pon que frecuentas en los festivales de música:  tan solo tienes que ir bien vacunado para lograr sobrevivir a la experiencia.

11 comentarios en “Conducir en Sicilia (y no morir en el intento)

  1. jajaja muy bueno, risas y más risas leyéndote. La verdad es que si vamos a Sicilia… probaremos la experiencia. Un deporte de riesgo en toda regla.
    Saludos.

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    1. Gracias! 🙂 Según qué días, salir de la cama ya nos parecía un deporte de riesgo 🙂 Pero al final, como siempre, te acabas riendo al recordarlo. Un saludo!

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  2. Totalmente de acuerdo, la conducción en Sicilia solo es comparable a la de Nápoles. Aún así, es imprescindible un coche para recorrer la isla. Es maravillosa.
    Gracias por tu artículo, me ha traído un gran recuerdo. Saludos.

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    1. Capitán! Gracias a ti por pasarte 🙂 Coincido contigo, tengo la sensación de que si volviese y no repitiese en ninguno de los sitios que he visto, estaría igualmente encantado. Y esa comida… Creo que sólo las bodas sicilianas pueden equipararse a las gallegas 🙂 Un saludo!

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  3. Si que suena a toda una aventura, Estoy seguro que despuñes de Sicilia puedes conducir donde te toque y encima con soltura y relajo. Pasa buena semana
    Un beso

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    1. Lo mejor de todo es que, por respeto a la seguridad vial, nunca conduzco, solo lo hago en vacaciones, cuando no queda más remedio 🙂 En Sicilia encontré la horma de mi zapato. Un saludo!

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  4. Madre mía, y yo que pensaba que conducir en Ciudad de México o San Juan de Puerto Rico era un acto suicida. Lo tendré en cuenta cuando llegue a tierras sicilianas.

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    1. Todo puede ser Willie, a lo mejor Sicilia es una balsa de aceite comparado con eso 🙂 La clave es comportarse igual o incluso peor que ellos, así todas las piezas encajan 🙂

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