Un viaje sin sonido

¿Cómo sería la civilización Inca de haber sobrevivido hasta nuestros días? ¿llevarían reloj de pulsera? ¿serían más de whisky o de ginebra? ¿calmarían a Los Mercados sacrificando fetos de llama? Lamentablemente, no tenemos respuesta para ninguna de estas preguntas pero, lo que es seguro, es que nos lo hemos pasado muy bien tratando de averiguarlo. Este fue nuestro recorrido por el país andino, siguiendo el clásico itinerario turístico, ese que la gente local denomina con sorna  el Gringo Trail:

Lima

Todo el mundo detesta Lima. Con el grueso de los turistas pasando de puntillas a través de la ciudad en su camino hacia Machu Picchu, la capital del país ha pasado mucho tiempo inadvertida como un destino en sí misma. »¿Dos días en Lima? ¡si no hay nada que hacer!» o »Tened cuidado, es una ciudad muy peligrosa» fueron los comentarios que más veces escuchamos antes de venir. Nuestras expectativas eran tan bajas que la ciudad nos acabó gustando. Con sus vistas al mar, ambiente bohemio y gastronomía de vanguardia, creemos que todo el mundo debería concederle una oportunidad. La ciudad es, eso sí, casi inabarcable, imposible de conocer en unos pocos días, aunque Barranco nos encandiló de inmediato: casas coloniales de colores, numerosas evidencias de arte callejero, se respira el aire del Pacífico y tiene todo el encanto de los pueblos pequeños.

barranco lima
Barranco es un lugar ideal para recorrer a pie: apenas tiene diez cuadras y muchísimo color
barranco suspiros tour
Galletitas y café con suspiros para merendar
barrio bohemio lima
Don Draper dijo: »El amor es algo inventado por tipos como yo para vender lencería femenina». Al loro, Barranco
lima graffiti
¿PERO QUÉ ME ESTÁS CONTAINER?!

Huacachina

Huacachina, ubicado en la región de Ica, es un oasis rodeado por una cordillera de arena desigual y caprichosa, que aparece ante nosotros como parte indispensable de su entorno: nadie vendría hasta aquí de no ser por él. Los días en Huacachina parecen ser siempre iguales, en afinidad a la monotonía que brinda el desierto: brilla siempre un sol calcinante y justiciero y los turistas nos entretenemos haciendo sandboard.

huacachina dunas
Subir las dunas cargando con la tabla y aguantando el calor > hablar arameo antiguo > comer sopa con tenedor
dunas de huacachina
Aunque, una vez arriba, la diversión está asegurada. Sobre todo si te llamas Á**ela   R**l
desierto huacachina
La vida es eso que pasa mientras decidimos quién de los dos salta primero
diversión dunas huacachina
Los poliduneros: LA SERIE

Arequipa

»¿Cómo esperan que funcione un sistema de partido único en un país con más de 246 clases de queso?», cuestionó en su día Charles de Gaulle al respecto de nuestros vecinos franceses. Y nosotros preguntamos, »¿cómo elegir entre más de 200 postres tradicionales, más de 500 especies de fruta o más de 2.500 platos de sopa? Los gallegos ya somos indecisos por convenio, como para meternos en un jardín como este: Arequipa, la meca de la cocina peruana, donde comer, más que una necesidad, es una obsesión.

arequipa catedral
Es evidente que los españoles dejaron su huella en Arequipa, la segunda ciudad más grande de Perú
mercado cusco
El ceviche es el plato emblemático de Perú. Para nosotros, se convirtió en un vicio confesable
comer cui arequipa
Las picanterías son algo así como las tascas peruanas; Víctor fue el único de los cuatro que se atrevió con el cuy

Cusco

Nuestra ciudad favorita y me atrevería a decir que una de las ciudades más bonitas de toda Sudamérica. La antigua capital del imperio no deja indiferente, desde luego. Para nosotros es la ciudad donde beber una incakola, la de los insistentes »¡Hola señor! ¿masaje?», la de los free tours que te dejan sin aliento, la de la catedral más bonita que hemos visto en mucho tiempo, la del kebab de alpaca, la del hotel más frío de Perú (el nuestro) o la del barrio hispter de San Blas. Es increíble, pero incluso hasta aquí arriba ha llegado la fiebre.

casco histórico cusco

moda inca cusco
Últimas tendencias en la floreciente moda inca. No se admiten devoluciones

peruanas en acción

vicuña perú

cuzco plaza armas

Pitumarca

»¿Una montaña de siete colores?», dijimos. »Sí, es visita obligada» insistía Hugo, un chico chileno que habíamos conocido en Arequipa. Pero la verdad es que nos fiábamos menos que de esa gente que dedica menos de ocho horas a tomar un vermut. Además, había dos inconvenientes importantes: el frío y la altura. La montaña Vinicunca se encuentra a nada menos que 5.200 metros, una marca considerable teniendo en cuenta nuestra infame reputación. Al final, decidimos hacerlo y comprobar in situ a que se debía tanto alboroto.

ascenso montaña perú

trekking montaña 7 colores

etnia peruana cusco

trajes típicos de montaña

ángela cima siete colores

5.200 metros altura
Se nos pusieron manos de tío Phil y las uñas de color azul, pero alcanzamos los 5.200 metros sobre el nivel del mar
subida a caballo perú
Los caballos están ahí para cuando deje de entrar aire en tus pulmones. A esta altura, cada paso es un desafío
7 colores vinicunca
Aunque el esfuerzo tiene su recompensa: la vista desde la cima es impresionante, un tripi andino directo a la retina

Ollantaytambo

La mayoría pasa por este lugar bien yendo hacia Machu Picchu o bien viniendo desde allí, debido principalmente a su estratégica vía ferroviaria. Si el tiempo lo permite, vale la pena detenerse al menos un par de días. Las calles adoquinadas de la ciudad son el resultado de la planificación de los Incas, que data de los años 1.200, así como su sistema de riego alimentado por las vías fluviales cercanas, que los Incas cambiaron de ruta para, mediante un sistema de canales, poder suministrar de agua a las terrazas distribuidas a los largo de las montañas. Increíblemente, algunas de ellas continúan en uso a día de hoy.

hostel ollantaytambo
Que alegría dejar hoteles así, volver a la ciudad y poder tirar por el w.c papeles y objetos que pueden causar atascos

artesanía peruana

terrazas incas

Puno

Puno es la capital del altiplano de Perú, el núcleo folclórico del país y la puerta de entrada al lago más alto del mundo, el Titicaca. Dicho así, incluso suena interesante pero, lo cierto, es que a Puno llegamos, vimos y nos fuimos.

puno perú

puno titicaca perú
Are you talking to me?

Perú, salta a la vista, es un país asombroso. Que si la grandeza de Machu Picchu, los enigmáticos geoglifos de Nazca, el encanto colonial de Arequipa o los tesoros milenarios de Lima, que más da. Todos somos cómplices del desarrollo de estos tópicos predecibles. Consideraba que nuestro recorrido por Perú había sido el resultado de diferentes momentos inolvidables, y no podía evitar considerar que eso iba en contra de mi opinión personal de que un viaje debería ser un grupo de personas, no un conjunto de situaciones.

Y, aunque la verdad no es tan sencilla, mientras revisaba las fotos, fui capaz de verla. Recordé que un viaje no puede reducirse a esos insulsos estereotipos. Un viaje no es bañarte en una piscina en pleno desierto, admirar las ruinas de una civilización extraordinaria o reencontrarte con dos amigos a miles de kilómetros de casa. Hay algo de belleza en esto, es evidente, y también es, en parte, la razón por la cual nos gusta tanto viajar. Debemos pensar que los detalles inusuales son lo que importa porque, en la vida, los detalles inusuales son casi todo lo que conseguimos.

Pero aquí estoy, tratando de hacer un gran alegato donde puede que eso no sea del todo cierto y contribuyendo al griterío popular. Supongo que lo que quiero decir es lo siguiente: Perú ya fue, y si nos quedamos en lo obvio, esto podría ser tanto positivo como negativo: la vida continúa o se acabó lo que se daba. Pero no estoy seguro de que tenga sentido quedarse en lo obvio. Viajar no trata únicamente de estar o no estar, aunque algunos os digan que sí. He estado en Machu Picchu, dirán, y he caminado por el Templo del Sol, así que olvidad todo los demás. Pero somos más inteligentes. Sabemos que, en un viaje, como en la vida, no todo es adorno y parafernalia; están los que tratan a los extraños como si fuesen amigos; están los que consiguen hacerte sonreír y los que no; están los que te ayudan de manera desinteresada y los que abren la mano; está la gente de Perú y luego, todo lo demás.

Y a veces, la única forma de recordar la emoción, las risas y el ruido es haciéndolo cómo lo hice cuando revisé las fotos de esta gran aventura: en absoluto silencio.

5 comentarios en “Un viaje sin sonido

  1. Es impresionante chicos . k maravillas hay x el mundo. Bueno ahora Argentina, esperemos os guste , a pesar d k lleváis visto maravillas . esperamos veros con la familia , abrazarles x nosotros , y disfrutar mucho . un abrazo de esta vuestra familia k os quiere .

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    1. En Argentina estamos en casa 🙂 Un abrazo!

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  2. Leo tu reportaje y me muero de envidia. Este viaje a Perú lo llevaba preparando casi un año para llevarlo a cabo en el próximo octubre, pero… la pandemia del coronavirus lo ha hecho imposible y he tenido que aplazarlo «sine die». Enhorabuena.
    Salud.

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    1. Hola Julio! La verdad es que es que esto nos ha pillado a todos a pie cambiado. Confío en que poco a poco podamos ir recuperando las buenas costumbres 🙂 Perú es un viajazo, y después de toda esta irrealidad lo vas a valorar como pocos 🙂 Salud!

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