Ruta por el Alentejo sin salir de la carretera

A no ser que te hayas pasado los últimos treinta años viviendo en un iglú, es probable que los nombres de Michael Jordan, Kobe Bryant o Lebron James te resulten familiares. Sin embargo, también es probable que no conozcas a Robert Horry, aunque sea una leyenda del baloncesto. No sólo porque tiene siete anillos de campeón de la NBA (uno más, por ejemplo, que el propio Jordan), sino porque lo logró con tres equipos diferentes, algo que sólo otro jugador en toda la historia fue capaz de conseguir.

A nadie se le escapa que Portugal es, por muchas razones, uno de los destinos de moda. Pero en lo que respecta a viajar, los humanos tendemos a infravalorar las cosas que tenemos cerca. Y para los que como yo, venimos de ese planeta llamado Galicia, tal vez Portugal esté demasiado cerca. Aunque, de un tiempo a esta parte, estoy tratando de recuperar el tiempo perdido. Porque, si en boca de Kapuściński el auténtico sentido de la vida »consiste básicamente en cruzar fronteras», para los gallegos eso se reducía a comprar toallas en Valença do Minho.

Así que mi hermano y yo nos echamos a la carretera para comprobar si es cierto eso que dicen de que una ruta por el Alentejo portugués merece, como Robert Horry, mucho más reconocimiento del que tiene.

Ruta Alentejo Portugal
La carretera Nacional 2 atraviesa Portugal de Norte a Sur; la protagonista indiscutible de este roadtrip alentejano

Elvas Alentejo

Monsaraz Alentejo

Mértola Portugal

Día 1. I’m Writing a Novel

Alentejo, al este y al sur de Lisboa, ocupa alrededor de un tercio del territorio de Portugal pero solo el 6% de su población. Si bien el litoral puede ser exuberante, contrasta con los tramos áridos y rocosos de Alto Alentejo, famoso por ser muy caluroso y un tanto costumbrista. Los limoneros y los viñedos se alinean en la carretera como un ejército de inmaculados, y los alcornoques en las colinas son las únicas anomalías en el horizonte. Cada una de esas colinas que sobresalen en la llanura está coronada por murallas de ciudades medievales y castillos que con los años han ido cambiando de manos entre romanos, visigodos, españoles y portugueses.

Alto Alentejo
Salir de Lisboa y en poco más de media hora encontrarte con esto; adiós azulejos, hola alcornoques
Montemor o Novo
Las ruinas del castillo de Montemor o Novo, el primero de los muchos que vimos en nuestra ruta por el Alentejo
Día 2. ¿Es Exile on Main Street el mejor disco posible para un viaje por carretera? 

Quizá porque fue una de los primeras que vimos, Elvas nos pareció la mejor ciudad medieval fortificada de la región. La gente, de una amabilidad cercana a la locura, impide cualquier amago de moderación. Beber vino entre parroquianos es un proceso lento y consensuado de pérdida de conciencia, basado en uno de los principios fundamentales de la amistad: siempre habrá alguien que te meta en la cama.

Acueducto Elvas
 El Aqueduto de Amoreira, de 7 kilómetros de largo y 500 años de antigüedad, no deja indiferente al llegar a Elvas 
Vila Viçosa palacio
Vila Viçosa es un pueblo pequeño pero muy elegante, de gran importancia histórica en la aristocracia portuguesa
Día 3. »Si lo hizo un griego, lo haremos nosotros» (El hombre que pudo reinar)

En Estremoz, igual que en muchos lugares de la región, las calles y los edificios están revestidos de mármol, un recurso local habitual, que da un efecto general de que todo parece blanco y, en un día soleado, radiante. Al atardecer, comprobamos que la carretera que conduce a Monsaraz es de esas que por sí solas justificaría el viaje. Una vez allí, el nivel no baja. En lo alto del monte se encuentra uno de los pueblos más bonitos del Alentejo. Calles empedradas, casas blancas y mucho, mucho silencio. Mires donde mires, tendrás una clásica postal portuguesa. Además, su castillo (o más bien, lo que queda de él) es digno de cualquier película de aventuras que se precie.

Estremoz Portugal
Una ventana a Estremoz, la reluciente capital del mármol del Alentejo desde los tiempos de los romanos
Castillo Alentejo
Conquistamos el castillo de Monsaraz sin derramar ni sangre ni lágrimas, pero sí mucho, mucho sudor
Monsaraz Alentejo Portugal
Monsaraz conserva su encanto rural sin perder su personalidad y sin haberse convertido en un parque temático
Día 4. »¡Bender, sácame de aquí! ¡Soy demasiado atractivo, jamás sobreviviré aquí dentro!» Dr. Zoidberg

Évora es el primer lugar del Alentejo donde la media de edad no baja 300 años con nuestra presencia. Además, es una ciudad hermosa. Constituye el mejor ejemplo de la Edad de Oro en Portugal porque, a diferencia de otras, no se vio afectada por el gran terremoto de 1755.

Rayando los 45 grados, el calor del mediodía convertía el asfalto en arenas movedizas. Calor que nos hizo buscar un bar tan felices como esos detectives que están a punto de resolver un caso importante. Doblando esquinas llegamos a uno de esos callejones de los que salen humo de las alcantarillas, que ocultaba una puerta sólo perceptible para quien domina la escena como James Brown. Aunque en principio optamos por la prudencia (agua y coca cola), acabamos bebiendo cerveza hasta que nos costó reconocernos entre nosotros.

Además de bares de toda la vida, Évora también tiene uno de los lugares más espeluznantes del Alentejo: la Capilla de los Huesos, dentro de la Iglesia de Sao Francisco. En ella, 5.000 calaveras, huesos y momias se alinean en las paredes, las cuales parecen representar la naturaleza efímera de la vida, subrayada por una inscripción sobre la puerta que reza: «Nuestros huesos yacen aquí esperando a los suyos«.

Valar Morghulis.

Evora Portugal
Deambular por las calles de Évora siempre es una buena idea: está llena de rincones congelados en el tiempo
Templo romano Evora
El templo de Diana en Évora, un imprescindible dentro del enorme conjunto histórico de la ciudad
Capilla de los huesos Evora
A capela dos Ossos pone los pelos como escarpias (por cierto, ¿qué es una escarpia? Creo que moriré sin saberlo) 
Día 5. Harlem River

¿A partir de cuántos días en la carretera sin ver prados verdes ni agua está bien visto salir a la calle vestido tipo Mad Max y comer animales vivos? Debíamos estar rozando el límite cuando nos dirigimos hacia el suroeste, al Bajo Alentejo. Pasamos por Beja sin detenernos por falta de tiempo y llegamos a Mértola, ubicado en el corazón del Parque Natural del Guadiana. Al fin, evidencias de que el planeta seguía siendo un lugar habitable.

Mértola Portugal
El calor del mediodía: no apto para estómagos delicados
Valle del Guadiana Alentejo
Mértola, en el Bajo Alentejo, se eleva imponente sobre las colinas rocosas a orillas del Guadiana
Día 6. Mucho indio sin tienda, sale cara la merienda (proverbio comanche)

En la Costa Vicentina, esta pintoresca ruta ofrece una gran variedad de hábitats, con lagunas, marismas, acantilados, dunas de arena fina, bosques y prados. Nosotros, básicamente, alternamos pueblos de pescadores con playas de un oleaje que harían amedrentarse a un minotauro.

Por otra parte, nuestra costumbre de dejarlo todo para el último momento nos jugó una mala pasada. En Vila Nova de Milfontes no logramos encontrar alojamiento económico, excepto una habitación de hostel compartida con otros dos sujetos. El problema es que los ronquidos del sujeto número 1 podrían medirse tranquilamente dentro de la escala de Ritcher. Definitivamente, hay pocas cosas tan desesperantes en la vida como tener sueño y que no te dejen dormir (#*&@!!).

Playa o Malhao Alentejo
La ruta Vicentina, a su paso por Vila Nova de Milfontes, conduce a las playas más bonitas de toda la región
Faro Porto Covo
Y después de todo, las puertas del Atlántico abiertas de par en par

Regresamos a Lisboa para pasar una noche. El viaje tocaba a su fin. Mi hermano ya había cogido el autobús de vuelta y a mí se me hizo tarde. También tenía que dejar el apartamento. Aunque antes, la señora que nos hospedaba quería hablar conmigo. No tenía ni idea de por qué quería verme, pero ¿que otra cosa podía ser sino que me iba a decir que me fuese? (mi optimismo fluye de forma natural cuando duermo poco). Sin embargo, buenas noticias: me invitaba a comer con ella. Cocina casera para rematar la semana. »¡Obrigado!», contesté.

Mi cerebro cambió de estado y me dispuse a darme una ducha (también es posible que me pusiese a dar saltos e incluso a chocar mis talones como Dyck Van Dyke en Mary Poppins). Arreglamos el mundo durante un par de horas, tratando de comprender por qué la inmensa mayoría de los portugueses rehuyen el Alentejo para establecerse ya que, a nuestro parecer, es como una Toscana mucho menos pija (y sin duda más asequible).

Bodega Alentejo
Conducir hasta perderte y creer que has llegado a Alabama es una de las mejores cosas que hacer en el Alentejo
Vino Alentejo Portugal
En esta casa sabemos lo suficiente de vino como para entender que si distorsiona la realidad, es que hay nivel

Fue un bonito final. Aunque en ocasiones así, cuando tenemos la oportunidad de hablar con nuestros vecinos sobre los misterios de la condición humana, yo me había imaginado algo más divertido, como aquella escena de ‘Annie Hall’ en la que una madre lleva a su hijo al médico porque está deprimido.

– ¿Por qué estás deprimido? -le pregunta el médico.

– Es por algo que ha leído -anticipa la madre-. Díselo al doctor, hijo.

– El Universo se expande -suelta el niño.

– ¿El Universo se expande? -repite el médico.

– Bueno, el Universo lo es todo y si se expande, algún día estallará y será el final.

– ¡QUE TIENE QUE VER EL UNIVERSO CONTIGO! -le grita su madre. Brooklyn está aquí.  Y Brooklyn no se expande.

– Y no lo hará en millones de años. Por eso hay que intentar pasarlo bien mientras estemos aquí -apunta el doctor.

Es un buen consejo.

7 comentarios en “Ruta por el Alentejo sin salir de la carretera

  1. Que viaje más chulo os habéis pegado a lo thelma y Louise. Sabia de Evora, pero no del resto del Alentejo. Seguro que no os cruzasteis a Stephen King en el osario?

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    1. El último día, por un retraso, estuve 5 horas en el aeropuerto con un 10% de batería. Ahí si que había material para una novela de Stephen King 🙂

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  2. Gran crónica del viaje, incluiste además referencias de 3 de las cosas que más me gustan en el mundo: NBA, Futurama y Woody Allen.
    Buena selección de fotos también, viéndolas ahora recopiladas la verdad es que nos cundió bastante la semana.
    #lagunitas#cabeçadecarneiro#mássangre

    Abraçada bro

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    1. Nos faltó trolear en el hotel de CR para que la semana fuese épica, pero estuvo muy guay. Tendremos que repetir 🙂 #sanoooysalvooo

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  3. Tienes razón, Portugal parece estar empezando a estar de moda desde siempre… y ya hace más 35 años ¡quién lo diría! de mi primera incursión Alemtejo adelante. Entonces no había casi internet y esto de los cuadernos era ciencia ficción, así que conservo algunos datos, las fotos y los buenos recuerdos.
    Tu crónica, teñida de ironía a veces, con cierto aire literario y minuciosa en ocasiones, me ha gustado mucho, me invita a volver y volver para contarlo. Te felicito. En breve me embarco de nuevo para Grecia y sus otras islas, que quedan un poco a desmano de Portugal, pero no tan lejos en lo cultural y destino histórico. Enhorabuena.
    Salud.

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    1. Hace 35 años viajar tenía que ser muy gratificante, ahora es otra cosa. Cualquier día de estos me planto y me compro una bata como la de Tony Soprano, para fumar relajado en la piscina. Gracias, Julio. Y buen viaje!

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