Colmar, la Alsacia y la realidad virtual

¿Son Gorillaz un grupo bueno o malo? Vayamos aún más lejos. Aunque tengan algunos discos en el mercado, ¿son Gorillaz realmente un grupo? Si has visto alguno de sus videoclips sabrás a qué me refiero. Con la ciudad de Colmar, en la Alsacia francesa, ocurre algo parecido. O, al menos, esa es la impresión que nos deja.

La pregunta no es si Colmar es una bonita ciudad o no; la verdadera cuestión es si debe ser entendida como una ciudad o como una simple experiencia turística.

Colmar Francia
Érase una vez en Europa
Colmar viaje
Francia en verano es la fantasía de Richard Linklater 

Con sus calles adoquinadas bordeadas por coloridas casas de madera, Colmar es el tipo de lugar en el que podrías encontrar a Asterix y Obelix comiendo jabalí en alguna taberna. Durante siglos, la Alsacia fue cambiando de manos entre Alemania y Francia, dependiendo de qué bando ganaba la última guerra. Los alemanes defendían que las montañas eran la frontera natural, mientras que los franceses sostenían que lo era el río. Esa división ha provocado una curiosa mezcla cultural que hace que puedas comerte una Flammkuchen en un lugar llamado Le Palais Gourmand. Por momentos, Colmar puede dar la impresión de ser un collage artístico de plazas, canales y croissants recién salidos del horno, toda una declaración de intenciones que se proyectan en forma de postales animadas. Sin más.

Porque Colmar es una ciudad de aires difusos, sin demasiadas distracciones. »Es que su idiosincrasia se constituye de escenas cotidianas», dirán algunos. »De fuegos artificiales», dirán otros. Para la promoción de una de sus últimas películas, Woody Allen decía que »Lamentablemente, uno no puede vivir en la ficción; tenemos que adaptarnos a la vida real, que es trágica. Si yo pudiera, viviría en un musical de Fred Astaire. Todo el mundo es guapo y divertido, todos beben champán, nadie tiene cáncer, todos bailan, es fantástico». Así nos parece Colmar, la capital de la Alsacia; fotogénica e idílica, pero también un tanto ficticia y monótona.

viajar Colmar
¿Demasiado bonito para ser real?
Francia viajar
Colmar, a pleno sol

Unas cuantas calles resultan apasionantes pero irreales, como esos anuncios de pisos de alquiler muy elegantes aunque sospechosamente baratos. Por momentos, uno tiene la impresión de formar parte de un decorado. Sin embargo, el conjunto resulta hipnótico, seductor, con un innegable atractivo. Parte de este encanto se debe a que la ciudad es una mina de oro de la arquitectura gótica, cuyo centro está salpicado de pequeños bistró y llamativos canales. Además, a los franceses les resulta tan sencillo elaborar vinos de calidad como a los adolescentes hacer globos con un chicle.

El que se deje llevar por el deleite visual que supone callejear por Colmar, el que se lo crea, tendrá la sensación de estar flotando en el aire. En cambio, el que no, se pasará el rato mirando el reloj con una extraña sensación de cansancio.

Ambos, sin embargo, saben que en un mundo en constante cambio no se vive de una sola forma durante demasiado tiempo. En ocasiones te preguntan cómo estás y no sabes ni qué contestar, porque en el fondo estás bien y estás mal. De modo que ambos llegarán a la conclusión de que Colmar es una ciudad muy peculiar, con una propuesta del todo pintoresca. Como en su día lo fueron Gorillaz.

Alsacia Francia
Colmar y la Alsacia, una coproducción franco-alemana

Este lugar de la Alsacia francesa es una referencia para los viajeros, al igual que Gorillaz lo es para los melómanos. Ahora, otra cosa es que guste o no.

En el lejano 2001, el grupo virtual de Damon Albarn surgió como una parodia en contra de las bandas prefabricadas. Ni siquiera él mismo pudo intuir su naturaleza profética. ¿Era ese el futuro del pop?

Hasta este aciago 2020, mientras viajaba, en muchos lugares tenía la impresión de estar ante decorados que crecían sin parar; productos que no representan el lugar, sino un escaparate que reconstruye aquello que nosotros creemos que es típico de allí. Es decir, algo engañoso, virtual… Prefabricado.

¿Es ese el futuro?

4 comentarios en “Colmar, la Alsacia y la realidad virtual

  1. Pues a mí Colmar me ha parecido un decorado muy bonito. Es bueno un poco de irrealidad, para compensar te vas después a una ciudad asiática y así compensas.
    Feliz semana.

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    1. Sí, que es bonito está fuera de toda duda. Lo que me pasa con las cosas tan impecables es que tengo la sensación de que me están estafando, como esas personas que están bronceadas todos los meses del año, no me fío ni un pelo. Algo esconden 🙂

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  2. A mi me pasa con San Sebastián y Bilbao, me gusta mucho más está última. San Sebastián está todo demasiado puesto y perfecto.

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    1. Estoy de acuerdo. En Bilbao incluso hay un puente de Calatrava. Cómo para no quererla! 🙂

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