Por lo general trato de evitar las situaciones de extrema fatiga mental (tuve suficiente en mi época del instituto), y ya había olvidado cómo eran. La experiencia de viajar en tren con un bebé, sin embargo, me hizo reflexionar sobre la capacidad del ser humano para mantenerse equilibrado con un trabajo, pareja, niños, hipoteca, préstamo para pagar el coche y una leve tendencia al alcoholismo. Creo que voy a empezar a cuidarme, posponiendo todo lo que pueda cualquier contacto con eso que la gente llama »mundo real».
6:24 de la madrugada. Quedan seis minutos para que suene el despertador. 6:44 Se me ocurre dejar por escrito una cronología sobre el primer viaje en tren de Valentina, tratando de no dormirme en el asiento, sabiendo que esto último podría ser un desafío, pero comprendiendo que lo primero quizá nos proporcionaría cierto alivio cómico más adelante. 7:32 La mayoría de los niños son hiperactivos, como pequeñas abejas maniatadas. Para que os hagáis una idea de lo que supone el viaje: es como activar de repente el propulsor del Halcón Milenario, todo va a otra velocidad. 7:59 El taxista que nos recoge toma la palabra: »Con cinco meses es más fácil, dependen totalmente de ti. El mío tiene cinco años; se fue de excursión al Pirineo el fin de semana y ya no quiere volver». 8:11 Llegamos a la estación de Sants. Ha sido bajar del taxi y Valentina abrir los ojos. Sus padres intercambian miradas nerviosas. 8:26 Penalización sugerida para los que utilizan un asiento para su maleta: La maleta puede permanecer en el asiento pero el propietario debe viajar en el portaequipajes. 8:30 ¡Nos vamos a Córdoba!
8:47 Tengo la esperanza de que, después de tanto tiempo sin viajar en el Ave, el wifi no funcione como una almohada de tachuelas. 8:49 Menudo iluso. 9:12 En la pantalla de TV al fondo del vagón descubro que la película que están poniendo es ‘Una Cenicienta Moderna: Salto a la fama’. ¡¿Pero qué #*%@?! 9:17 Después de concederle el beneficio de la duda, me rindo. Es insoportable. 9:20 Mirar por la ventanilla del tren es algo que a los bebés distrae, exactamente, siete segundos. 9:23 Creo que soy el único pasajero del vagón preferente con pantalón corto y camiseta. Acto seguido medito en la idoneidad de hacer un viaje de cinco horas y media enfundado en un traje. 9:31 Dejamos atrás los verdes campos de Tarragona, y a medida que nos acercamos a Lleida el paisaje se vuelve mucho más agreste, casi hostil.


10:00 No logro entender por qué Valentina se resiste a dormir aunque se caiga de sueño. ¡Solo hay que cerrar los ojos! 10:06 Ahora, su sonrisa de felicidad sincera hace que quiera echarme a llorar de agradecimiento (aprovecho para confirmar, a aquellos que lo estéis pensando, que en la paternidad no hay límites para los desequilibrios emocionales). 10:11 Hay nombres sugerentes y luego está la estación de Zaragoza Delicias. 10:44 Superamos la barrera de los 300 km/h. Aún así, en un tren siempre siento que viajo al ritmo adecuado. 10:56 Cuando un bebé llora se comporta como si un francotirador le hubiese dado en un hombro, aunque solo tenga sueño. 11:07 Por fin, se duerme. 11:09 Carrusel de buenas noticias; según mis cálculos la película está a punto de acabar. Espero que no sean capaces de… 11:12 Warner Bros presenta…’Una Cenicienta Moderna: Salto a la fama’. Valientes hijos de la gran…
11:18 Empiezo a sentir que ya estamos cerca de Córdoba. ¿Dos horas? Dos horas no son nada. Estoy exultante. 11:19 ¿Dos horas más? ¿Qué vamos a hacer durante las próximas dos horas? 11:33 Ahora mismo solo quiero cerrar los ojos. El remolón que hay en mí quiere abandonar. Pero persevero, aunque eso signifique más cansancio mañana. 11:35 Valoro mis opciones. Me decido por las cien páginas que me quedan para acabar ‘El Camino más Corto’, de Manu Leguineche. 12:00 Me levanto en busca de cafeína reconfortante. 12:02 Puede que la frontera entre la amabilidad y la falsa cortesía sea una línea muy fina, pero se agradecen las sonrisas del personal de la cafetería. 12:24 Dice Ángela que la gente de más de cincuenta años no debería tener smartphones. Estoy bastante a favor.


12:30 El tren desciende al fértil valle del Guadalquivir, poblado de olivos hasta donde alcanza la vista. El cielo del sur es brillante y ardiente como un desierto; se distingue una única nube, diminuta. 12:31 Acabo de terminar mi segunda botella de agua y sigo sin ir al lavabo. Estoy seguro de que lo recordaré el día de mi 70 cumpleaños. 12:42 Esto del libro de Leguineche: »Es cierto que los viajes hay que merecerlos y que como decían los sabios griegos »todo perfecto viajero crea siempre el país por donde viaja». He penetrado en muchos países, pero son muy pocos los que han penetrado en mí; Laos es uno de ellos». 12:48 Empieza a apretar el hambre. 13:00 ¿Estará el salmorejo de Córdoba a la altura de las expectativas? 13:10 Nuestro vecino se mueve por fin y alivia mi preocupación de que hubiese fallecido durante el trayecto. 13:16 ¡Llegamos a la ciudad de las tres culturas!
Salir de la estación fue toda una revelación. De pronto, estaba extasiado con los sonidos, los olores y los colores del mundo exterior. Ah, los colores; el cielo resulta especialmente luminoso cuando has estado cinco horas tratando de contener a un bebé en un vagón de tren. Te pasas unas horas en un ambiente monótono y, al regresar al mundo, sientes el impacto de todos esos detalles que forman parte del día a día y en los que normalmente no reparas.
Estamos de acuerdo: es el peor párrafo que he escrito en mi vida. En cualquier caso, ha sido un viaje memorable. Al menos, para dos de los implicados.
Será malo, pero yo lo he disfrutado una barbaridad.
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Gracias! 😊 (Sudando en frío todavía 🙃)
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